- 4 cuartos traseros de pollo.
- 400 g de setas variadas, shiitake, enoki, shimeji blanca y marrón.
- 1/2 vaso de cerveza.
- 2 o 3 dientes de ajo.
- 2 ramitas de tomillo fresco,
- Aceite de oliva, pimienta negra y sal.
Elaboración
PASO 1
Deshuesamos los cuartos traseros de pollo, y quitamos las partes grasas; o pedimos en la pollería que los deshuesen.
Los cortamos en trozos pequeños, de 2 cm aproximadamente, tal y como se muestra en la imagen.
Los salpimentamos.
Nota: también se podría elaborar con pechugas, pero no son tan jugosas como los muslos.
PASO 2
Salteamos los trozos de pollo en una sartén con 1 o 2 cucharadas de aceite, a fuego vivo, hasta dorarlos bien por todas partes, entre 1 y 2 minutos.
Es preferible hacer el pollo en varias tandas. Si echamos todo a la vez, bajará la temperatura de la sartén, el pollo perderá sus jugos y se cocerá en lugar de freírse, resultando más seco y duro.
Sacamos los trozos de pollo de la sartén y los reservamos.
PASO 3
En una sartén con 1 o 2 cucharadas de aceite, salteamos las setas a fuego vivo, 2 o 3 minutos.
Las reservamos.
He seleccionado una mezcla de setas orientales, shiitake, cardo, enoki, shimeji blanca y marrón. Utiliza las que más te gusten o encuentres en tu mercado.
PASO 4
Pelamos los dientes de ajo y los picamos muy finitos.
En la misma sartén utilizada para dorar el pollo, rehogamos el ajo unos segundos a fuego medio, removiendo con una cuchara de madera.
Agregamos 1/2 vaso de cerveza, y lo dejamos cocer 1 minuto para que se evapore el alcohol.
Añadimos el pollo, 2 ramitas de tomillo fresco, sal y pimienta.
Lo guisamos 4 o 5 minutos a fuego suave, hasta que el pollo esté perfectamente cocinado.
En el último minuto incorporamos las setas salteadas al guiso.
Nota: si quieres una salsa más espesa, rehoga 1/2 cucharadita de harina con el ajo.
Nota: en lugar de cerveza puedes usar un vino de Jerez o un caldo de pollo.
Para que los trozos de pollo no se sequen al cocinarlos
Los freímos entre 1 y 2 minutos con la sartén muy caliente, dándoles la vuelta para que se hagan bien por todas partes. La finalidad es dorar la carne para que resulte mucho más sabrosa.
Sacamos la carne de la nevera una hora antes de cocinarla para que se atempere. Si la carne está muy fría en el momento de freírla, descenderá demasiado la temperatura de la sartén, provocando que se desprendan los jugos, y en lugar de dorarse se cueza, resecándose y endureciéndose.
Es preferible freírlos en varias tandas en lugar de cocinarlos todos al mismo tiempo. Por el motivo explicado anteriormente, si echamos una gran cantidad de carne en la sartén, descenderá la temperatura de ésta.
Añadimos la sal en el último momento. Si los salamos al principio, los jugos se desprenderán mientras los cocinamos, secando la carne.
Dorar: Adquirir o tomar color dorado un género mediante calor.
Saltear: Saltear es freír los alimentos a fuego vivo con poco aceite. Así conseguimos dejarlos tiernos por dentro, pero sin perder su textura crujiente, alterando sus propiedades mucho menos que con otros tipos de cocción.
Salpimentar: Sazonar con pimienta y sal.