Para el bizcocho exterior
- 50 g de mantequilla sin sal.
- 60 g de pipas de calabaza molidas.
- 2 huevos.
- 0,7 g de sal.
- 6 g de azúcar glas.
Para el núcleo de calabaza
- 300 g de calabaza.
- 50 g de mantequilla.
- 80 ml de nata para cocinar.
- Sal y pimienta negra molida.
Para la salsa de cerdo y Oporto
- 1 kg de costilla de cerdo en dados.
- 60 gramos de mantequilla.
- 300 ml de vino Oporto.
- 250 ml de caldo de pollo.
- 3 chalotas.
- 3 o 4 champiñones.
- 1/2 litro de agua (preferiblemente embotellada para no introducir sabores extraños como el del cloro).
- Aceite y sal.
Otros
- Molde de semiesferas de 3 cm.
- Molde de aro de 5 cm.
Elaboración
Retiramos la corteza exterior de la calabaza y las semillas y cortamos la pulpa en dados pequeños, como se muestra en la imagen.
A continuación, ponemos los dados de calabaza en una cazuela, los cubrimos de agua y lo llevamos a ebullición a fuego fuerte.
Cuando comience a hervir, bajamos un poco el fuego y la dejamos cocer entre 15 y 20 minutos, hasta que esté blanda y se deshaga al apretarla con una cuchara.
Colamos y reservamos el líquido de la cocción.
Añadimos 100 ml del caldo de cocción, la mantequilla, la nata, sal y pimienta negra molida al gusto.
Finalmente, trituramos los ingredientes con una batidora hasta obtener una crema homogénea y fina, al menos durante 3 o 4 minutos.
Rectificamos de sal y listo.
Disponemos la crema de calabaza en unos moldes semiesféricos de 3 cm, como se muestra en la imagen, y lo metemos en el congelador.
Lo dejamos hasta que las semiesferas estén bien congeladas, como mínimo durante 3 o 4 horas.
A continuación, juntamos las semiesferas por las caras planas, para formar bolas de calabaza y las reservamos en el congelador.
Para hacer el bizcocho del coulant, en lugar de harina de trigo vamos a utilizar una harina de pipas de calabaza, que haremos nosotros mismos.
Para esto, molemos las pipas de calabaza hasta reducirlas a un polvo fino.
Seguidamente, las tamizamos pasándolas por un colador de malla fina o un tamiz.
Separamos las yemas de las claras de huevo.
A continuación, vamos a montar las 2 claras hasta conseguir una textura esponjosa con picos suaves, a punto de nieve.
Ponemos las claras en un bol con una pizca de sal y con las varillas de la batidora, a potencia media, batimos hasta que estén bien montadas, como se muestra en la imagen, unos 2 o 3 minutos.
Por otra parte, mezclamos las yemas con la mantequilla a temperatura ambiente (casi fundida), hasta formar una crema homogénea. Entonces, añadimos una cucharada de las claras montadas y removemos con movimientos envolventes, esto lo hacemos para igualar las texturas y que sea más sencillo unir las dos mezclas sin perder esponjosidad.
Añadimos la mezcla de yemas y mantequilla a las claras a punto de nieve y removemos suavemente, con movimientos envolventes para no perder el aire atrapado en el huevo.
Seguidamente, añadimos la harina de pipas poco a poco, mientras seguimos removiendo igualmente con movimientos envolventes, hasta obtener una masa homogénea.
Forramos los aros de 5 cm con un papel de horno, untado de mantequilla por la cara interior.
Vertemos la masa del bizcocho hasta la mitad, añadimos la bola de crema de calabaza congelada y la cerramos poniendo más masa encima.
Los introducimos en el horno, precalentado a 185 ºC, durante 24-26 minutos, hasta que el bizcocho esté perfectamente cuajado y la crema líquida en el interior.
En una sartén, a fuego fuerte, marcamos las costillas con 3 cucharadas de aceite hasta que estén bien doradas, entonces, añadimos la mantequilla y lo seguimos cocinando 1 o 2 minutos más, para fundirla y que las costillas queden bien engrasadas.
Las pasamos a una fuente de horno y las introducimos en el horno, precalentado a 180 ºC, entre 50 minutos y 1 hora, hasta que estén bien doradas.
Colamos la grasa y la descartamos.
En una cazuela o sartén pochamos las chalotas, cortadas en tiras finas, aproximadamente entre 20 y 30 minutos, hasta que estén doradas y bien caramelizadas.
Añadimos los champiñones cortados en tiras y lo seguimos cocinando otros 5 o 6 minutos.
Por último, ponemos en una cazuela la chalota caramelizada con los champiñones, añadimos las costillas, el caldo de pollo y el agua y lo dejamos cocer a fuego medio-suave, durante 1 hora.
Cuando el líquido prácticamente se haya secado, a los 40 minutos aproximadamente, añadimos el vino Oporto y lo seguimos cocinando hasta terminar la cocción.
Colamos el caldo y lo pasamos a una cazuela pequeña y lo cocemos a fuego muy suave para reducirlo y alcanzar la textura de una salsa ligera.
Nota: Una vez hechas las costillas, la carne puede usarse para hacer una pasta o un arroz, por ejemplo con una salsa de tomate.