- Pimientos rojos grandes.
- Aceite de oliva y sal.
Elaboración
PASO 1
Enjuagamos el pimiento, lo secamos bien y lo ponemos en una fuente apta para el horno.
Rociamos un chorrito de aceite y lo extendemos con un pincel de cocina o con las yemas de los dedos.
Añadimos sal al gusto por encima.
PASO 2
Lo metemos en el horno, precalentado a 180 ºC, durante 50-60 minutos, hasta que la piel esté rugosa y muy tostada, dándole la vuelta a mitad de cocción.
PASO 3
Al sacarlo del horno, lo metemos en una bolsa o lo envolvemos en papel de aluminio, de esta forma, resultará mucho más sencillo retirar la piel.
PASO 4
Esperamos a que se enfríe 10 o 15 minutos y lo pelamos (si está bien asado la piel saldrá fácilmente).
Por último, lo abrimos y retiramos las semillas.
Para conservarlos, los cortamos en tiras, los metemos en un tarro de cristal con parte del líquido de cocción y los cubrimos de aceite de oliva.
En la nevera aguantarán bien 2 o 3 semanas.