- 2 berenjenas pequeñas (unos 600-700 g).
- 800 g de tomate triturado, natural o de bote.
- 1 cebolla mediana.
- 1 zanahoria.
- 1 rama de apio sin las hojas.
- 2 dientes de ajo.
- 1 vaso de vino tinto.
- 1 hoja de laurel.
- Orégano seco.
- Aceite de oliva, pimienta negra molida y sal.
Elaboración
Envolvemos las berenjenas en papel de aluminio y las asamos en el horno, a 180 ºC durante 50 minutos, hasta que la carne esté tierna y se separe fácilmente de la piel.
Las sacamos del horno y dejamos que se enfríen envueltas en el papel de aluminio de 5 a 10 minutos.
Seguidamente retiramos la piel, que saldrá fácilmente tirando de ella con los dedos.
Nota: Si no resultase sencillo retirar la piel, las envolveríamos de nuevo y las hornearíamos otros 10 minutos.
A continuación, las picamos finamente con un cuchillo bien afilado y las reservamos.
Raspamos la piel de las zanahorias con un cuchillo o la retiramos con un pelador de verduras. Las enjuagamos y las cortamos en daditos muy pequeños.
Lavamos el apio y lo picamos muy finito.
Pelamos la cebolla y los dientes de ajo y los picamos también muy finito, como se muestra en la imagen.
Ponemos 4 cucharadas de aceite en una cazuela a calentar a fuego medio.
Echamos el ajo y lo sofreímos unos segundos sin que llegue a tomar color, removiendo constantemente con una cuchara de madera.
Seguidamente, añadimos la cebolla, el apio y la zanahoria y los rehogamos durante 5 o 6 minutos, removiendo de vez en cuando.
Incorporamos las berenjenas picadas y seguimos cocinando el conjunto otros 2 o 3 minutos.
Subimos el fuego, añadimos 1 vaso de vino tinto y lo dejamos cocer 1 o 2 minutos para que se evapore el alcohol.
A continuación, incorporamos el tomate triturado, removemos y salpimentamos.
Añadimos 1/2 cucharadita de orégano y 1 hoja de laurel.
Bajamos el fuego casi al mínimo y lo dejamos cocer muy lentamente con la tapa semiabierta entre 45 minutos y 1 hora, hasta que la salsa esté ligeramente espesa y tenga un color rojo intenso.
Añadimos otra 1/2 cucharadita de orégano y una pizca de pimienta negra molida.
Rectificamos de sal si fuese necesario.
El secreto del auténtico sabor italiano está en las cocciones largas realizadas a fuego muy lento, si se quiere que la salsa tenga un sabor intenso y delicioso, solo hay que cocinarla muy lentamente entre 1 y 2 horas, pero si no se dispone de tanto tiempo para cocinar, se puede preparar en 25-30 minutos a fuego medio.