Buñuelos de viento rellenos de crema
foto de presentacion
Tiempo de preparación:
1 hora.
Ingredientes para 4 personas:

Para la masa de los buñuelos

  • 150 g de harina.
  • 120 g de mantequilla.
  • 250 ml de leche.
  • 50 ml de vino moscatel.
  • 5 o 6 huevos (300 g).
  • 1 limón (solo usaremos su piel.)
  • 1/2 cucharadita de anís en polvo.
  • 1 cucharadita rasa de azúcar.
  • Una pizca de sal.

Para la crema pastelera

  • 200 ml de leche.
  • 50 ml de nata.
  • 50 g de azúcar.
  • 2 yemas de huevo (40 g).
  • 20 g de harina fina de maíz (maicena).
  • 1/2 vaina de vainilla.
  • Una manga pastelera.

Si no encuentras la vaina de vainilla, sustitúyela por 1 cucharada de extracto natural de vainilla.

Si no encuentras anís en polvo puedes utilizar alguna esencia de anís o sustituir el vino por licor de anís. Otra opción es moler unas semillas de anís con un molinillo de especias o café.

Elaboración


Crema pastelera

 

Ponemos la leche, la nata y la mitad del azúcar en un cazo a calentar a fuego medio.

Para extraer el máximo sabor de la vainilla, la abrimos longitudinalmente por la mitad y raspamos el interior con un cuchillo para sacar las semillas (unos diminutos granitos negros).

Según vayamos sacando las semillas, las agregamos a la leche que tenemos en el fuego; por último, echamos también la vaina para que suelte todo su aroma.

Justo antes de que empiece a hervir, apagamos el fuego, la dejamos reposar 2 o 3 minutos y la colamos.

 

Ponemos en un cazo las yemas, la maicena y el resto del azúcar.

Removemos con unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea.

 

Seguidamente, añadimos la leche caliente poco a poco, mientras removemos enérgicamente con las varillas.

Si se forma algún grumo, lo pasamos por un colador.

 

Por último, calentamos la mezcla a fuego medio-suave hasta espesar la crema.

Es necesario que la mezcla llegue a hervir para que la maicena espese la crema, pero para evitar que se formen grumos, la llevamos a ebullición a fuego suave sin parar de remover con las varillas.

La dejamos enfriar y la metemos en una manga pastelera con una boquilla fina.

Los buñuelos

 

Ponemos en un cazo la leche, el moscatel, la mantequilla, el azúcar, el anís en polvo, la ralladura de la piel del limón (solo la parte amarilla, la parte blanca amarga y apenas aporta sabor) y una pizca de sal.

Lo calentamos a fuego medio y cuando comience a hervir, añadimos la harina de golpe.

Nota: Para que no se formen grumos, antes de añadir la harina la tamizamos pasándola por un colador de malla fina.

 

Removemos enérgicamente hasta formar una pasta homogénea que se despegue del fondo.

La cocinamos durante 1 minuto sin dejar de remover para que pierda algo de humedad.

Dejamos que se enfríe 1 o 2 minutos, hasta que al tocarla con la yema de los dedos no queme.

 

Cuando la masa se haya templado, incorporamos los huevos de uno en uno, asegurándonos de que queden perfectamente integrados antes de agregar el siguiente.

La única dificultad de esta elaboración es alcanzar la consistencia adecuada; la masa no debe quedar ni demasiado líquida ni demasiado espesa, el problema es que los huevos nunca pesan lo mismo, por lo que la cantidad puede variar entre 2 y 2,5.

 

El resultado será una masa ligera y brillante que al agitar la cuchara se desprenda fácilmente.

Esta masa se conoce con el nombre de pasta choux.

 

Freímos los buñuelos en una sartén con abundante aceite. Debe estar caliente para que la superficie quede bien dorada y crujiente, pero sin llegar a humear, si la temperatura es excesivamente alta no se harán bien por dentro. Si dispones de un termómetro, la temperatura ideal es de 175-180 ºC.

Para dar forma a los buñuelos usamos dos cucharas, una para coger la masa y otra para redondearla y empujarla al aceite caliente. No es necesario formar bolas perfectas, en el aceite la masa se infla y adquiere su forma sola.

Los freímos durante 4 o 5 minutos, hasta que estén bien doraditos, volteándolos de vez en cuando con una espumadera para que se hagan bien por todas partes.

Finalmente, los escurrimos sobre un papel absorbente y listos para servir.

 

Cuando los buñuelos se hayan enfriado, hacemos un pequeño agujero con un cuchillo, metemos la boquilla de la manga pastelera y presionamos para rellenarlos de crema.

¡Buen provecho!

Notas

Otra manera de dar forma a los buñuelos es introducir la masa en una manga pastelera con una boquilla muy ancha, el proceso es más rápido y no se necesita una gran maña. Cuando el aceite esté caliente, vamos soltando sobre la sartén pequeñas bolas de masa con la manga pastelera y listo.

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