- Una merluza de 1,2 kg.
- 8 langostinos frescos (opcional).
- 100 g de guisantes (pueden ser congelados).
- 1 cebolla.
- 3 dientes de ajo.
- 1/3 de vaso de vino blanco.
- 4 ramitas de perejil fresco (necesitaremos 2 cucharadas una vez picado).
- 40 g de miga de pan o 2 rebanadas de pan de molde sin la corteza.
- 1 huevo.
- 5 o 6 cucharadas de harina.
- 5 o 6 cucharadas de leche.
- 1 hoja de laurel.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva y sal.
Pide en la pescadería que saquen los lomos a la merluza y retiren la piel. No olvides llevarte la cabeza y espinas para hacer la salsa.
Elaboración
En primer lugar, preparamos un caldo con la cabeza y espinas de la merluza que será la base de la salsa.
Enjuagamos las espinas y retiramos los restos de vísceras y sangre. Las ponemos en una cazuela, las cubrimos completamente de agua y la llevamos a ebullición a fuego fuerte. Cuando aparezcan las primeras burbujas, bajamos el fuego y lo dejamos cocer con un hervor moderado durante 25 minutos.
Cuando comience a hervir, se formará una espuma en la superficie con las impurezas del pescado; la retiramos con una cuchara o una espumadera para obtener un caldo claro y limpio. Si durante la cocción se sigue formando espuma, la retiramos de vez en cuando.
Pasamos el caldo por un colador de malla fina y lo reservamos.
PASO 1
Mientras cuece el caldo, vamos preparando las albóndigas.
Picamos el perejil
Lavamos el perejil con agua fría y lo secamos bien con un paño. Arrancamos las hojas y tiramos los tallos.
Hacemos un montoncito con las hojas y las cortamos lo más fino que podamos con un cuchillo muy bien afilado.
Repetimos esta operación en distintas direcciones hasta dejarlo bien picado.
Lo reservamos.
PASO 2
Picamos la merluza en daditos muy pequeños. La cortamos primero en rodajas muy finas y a continuación, apilamos unas cuantas rodajas y las cortamos en daditos, como se muestra en la imagen.
Nota: Debemos asegurarnos de que no quede ninguna espina en los lomos antes de picarlos.
PASO 3
Pelamos los langostinos y retiramos el conducto intestinal, un hilo negro que recorre el cuerpo del langostino y que suele contener una arenilla de textura y sabor desagradables.
Para extraerlo, hacemos un corte longitudinal en la parte superior del cuerpo con un cuchillo bien afilado, y tiramos suavemente del hilo hacia arriba hasta sacarlo completamente.
Una vez limpios, los cortamos en daditos muy pequeños.
PASO 4
Empapamos la miga de pan con 5 o 6 cucharadas de leche. La dejamos reposar unos minutos y la escurrimos a fondo estrujándola con la mano.
Ponemos en un cuenco amplio la merluza, los langostinos, la miga de pan desmenuzada, 1 huevo, 1 cucharadita de perejil picado, 1/2 cucharadita de sal y una pizca de pimienta negra molida.
Removemos con las manos hasta obtener una mezcla homogénea.
PASO 5
Moldeamos las albóndigas.
En primer lugar, ponemos un montoncito de harina en un plato.
Cogemos una cucharada colmada de masa, formamos una pequeña bola y la redondeamos haciéndola rodar entre las palmas de las manos con un movimiento circular enérgico.
Seguidamente, la pasamos por la harina para rebozarla bien por todas partes y la sacudimos ligeramente para eliminar el exceso de esta.
PASO 6
Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite para freír.
Cuando el aceite esté caliente, freímos las albóndigas a fuego medio-fuerte hasta que estén bien doraditas, aproximadamente durante 4 o 5 minutos.
A continuación, las escurrimos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Las reservamos.
PASO 1
Pelamos la cebolla y los dientes de ajo y los picamos muy finito, como se muestra en la imagen.
PASO 2
Ponemos 2 cucharadas de aceite en una cazuela a calentar a fuego suave. Echamos el ajo y lo rehogamos 1 minuto removiéndolo constantemente con una cuchara de madera.
Añadimos la cebolla y la cocinamos a fuego lento hasta que esté tierna y doradita, entre 15 y 20 minutos.
Nota: Si la cebolla se oscurece muy rápido, baja un poco el fuego o añade 1 cucharadita de agua.
PASO 3
Añadimos 60 ml de vino blanco y lo dejamos cocer 1 minuto para que se evapore el alcohol.
Incorporamos el caldo de merluza, los guisantes, 1 hoja de laurel y las albóndigas.
Lo dejamos cocer a fuego suave durante 6 minutos.
Dos minutos antes de terminar la cocción, añadimos 1 cucharada de perejil picado y rectificamos de sal si es necesario.
¡Buen provecho!
La salsa estará más rica si la cebolla se cocina a fuego muy lento hasta que esté muy tierna y caramelizada, entre 30 y 40 minutos. Una buena forma de organizarse para elaborar la receta, es comenzar con el caldo de merluza y al mismo tiempo cocinar la cebolla a fuego muy muy lento. Mientras, podemos preparar las albóndigas, así, ahorraremos algo de tiempo y obtendremos una salsa deliciosa.
Rehogar: Sofreír un alimento para que se impregne de la grasa y los ingredientes con que se condimenta.